Me urge dinero: ¿dónde lo consigo?

Si precisas efectivo urgente, en este artículo te contamos cómo obtenerlo de la manera más fácil y rápida. Mucha gente dice ‘me urge dinero: ¿dónde puedo conseguirlo’? A continuación responderemos a esta pregunta y te daremos algunos consejos para que puedas superar esta situación angustiante que no te deja dormir en paz.

Los llamados ‘créditos de nómina’ y los ‘préstamos por internet’ son las mejores opciones. A diferencia de lo que sucede con la disposición de efectivo a través de la tarjeta de crédito, las condiciones son mucho más convenientes y evitan que caigas en deudas imposibles de pagar.

Ante una situación en la cual dices: me urge dinero, probablemente tomes una mala decisión porque el tiempo te apremia. Esto le sucede a muchos mexicanos, quienes aceptan condiciones poco favorables en pos de conseguir el efectivo lo más rápido posible. Lo que la mayoría de ellos no saben es que al contratar este tipo de créditos, al terminar de pagarlos habrán devuelto dos o tres veces el monto solicitado. Por ejemplo, si pidieron $5000 en algunos casos al concluir el crédito habrán abonado entre $10000 y $15000. ¡Es demasiado!

Para que esto no suceda, es fundamental tomarse aunque sea unos minutos (aunque te encuentres en un gran aprieto económico, estos momentos pueden salvarte de incurrir en deudas imposibles de costear) y comparar los plazos de pago, el coste anual total (CAT), la tasa de interés, los montos a pagar y el tiempo de respuesta de la institución financiera que te prestará el dinero. Todo ello evitará que una emergencia económica se convierta en tu peor pesadilla.

Según el presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), Mario Di Constanzo, recomienda que en el caso de tener un problema de deudas se utilice este tipo de créditos para saldarlas y no para seguir consumiendo otros productos o servicios.

Otro consejo que nos ofrece este experto es que al contratar un crédito no se opte por esos famosos ‘de cajero automático’ ya que no cuentan con toda la información detallada y en algunos casos podemos vernos envueltos en una obligación imposible de pagar. Lo mejor es que un ejecutivo de cuentas nos atienda personalmente y que nos permita comparar entre varias opciones según nuestras posibilidades. Además, debe especificar cuánto se pagará por mes, cuáles son los intereses y el capital que interviene en la operación.

Ahora es momento de hablar de las dos ‘estrellas’ que todos aquellos que dicen me urge dinero analizan: los créditos de nómina y los créditos personales.

1.Crédito de nómina: Este préstamo es otorgado por una institución financiera en la cual el empleador deposita la nómina. Por lo general es necesario contar con un historial crediticio ‘limpio’ y las referencias las aporta la empresa para la cual trabajamos. El tiempo de antigüedad en el empleo puede ser de gran utilidad, así como también a cuánto asciende nuestra nómina.

Ten en cuenta que un trabajador tiene el derecho a elegir con qué entidad financiera prefiere que recibir su nómina, y cambiarla de forma gratuita si así lo desea. En los créditos de nómina el interés anual es del 22 o 23% y se incluye una comisión de apertura y otra por manejo de cuenta. Por ejemplo alguien que gane $30000 por mes y tenga una capacidad de pago de $3000 podrá solicitar un préstamo de $50000 a pagar en 24 meses (dos años).

2.Crédito personal: En este caso, los bancos ‘invitan’ a los clientes a acceder a este tipo de préstamo cuando consideran que tienen la capacidad para devolverlo. Posiblemente se trate de usuarios con cierta antigüedad en la entidad o con un mínimo de ingresos mensuales. Las invitaciones se reciben por diferentes medios (mail, SMS, cajero automático, home banking, teléfono) y si escogemos bien puede ser el más barato y provechoso. En este caso la tasa de interés puede variar entre el 23 y el 32% anual.

Si has dicho ‘me urge dinero’ estas dos opciones son las más factibles de ser otorgadas y de pagarlas con menos interés que otro tipo de productos, como por ejemplo los préstamos por cajero automático o por tarjeta de crédito.